La zona de Changuinola, localizada en la provincia de Bocas del Toro, Panamá, está atravesando una crisis social y económica sin igual. Desde hace más de quince días, empleados del sector bananero, trabajadores de la construcción y maestros han obstruido al menos una veintena de puntos importantes en las vías, deteniendo el tráfico y alterando la rutina diaria de miles de habitantes.
Los cierres han originado una falta general de suministros. Las tiendas del área enfrentan estantes vacíos, las farmacias no cuentan con medicamentos cruciales y hay poca disponibilidad de combustible. El sector turístico, crucial para la economía del lugar, ha visto un gran número de cancelaciones de reservas, y los hoteles están funcionando a media capacidad. Los barcos de turismo se encuentran amarrados, mostrando una economía paralizada.
El enfrentamiento se agravó después de que se aprobara la Ley 462, la cual modifica la Caja de Seguro Social. Los protestantes solicitan la anulación de esta legislación y también de la Ley 45, afirmando que perjudican sus derechos laborales y condiciones de vida. Aunque algunos tramos entre Changuinola y Almirante fueron reabiertos temporalmente por tres horas el 20 de mayo, la situación no ha mostrado cambios sustanciales.
En el contexto de la crisis, las autoridades han implementado acciones para tratar de reducir las tensiones. Eddie Ibarra, el gobernador de Bocas del Toro, fue relevado de su cargo sin una justificación formal. Bayardo Martínez lo ha sustituido y ha estado involucrado en conversaciones con los sindicatos, junto a miembros del gabinete ministerial. La Prensa Panamá
El Gremio de Empleados del Sector Bananero y Compañías Relacionadas (Sitraibana) se encuentra inmerso en un conflicto legal después de que se declarara ilegal la huelga comenzada el 28 de abril en 21 plantaciones de la empresa Chiquita Panamá. La organización tiene hasta este viernes para impugnar esta resolución.
El gobierno ha anunciado un proyecto para modificar la Ley 45, en respuesta a las demandas de los trabajadores bananeros y ante el riesgo de pérdida de empleos tras la declaratoria de ilegalidad de la huelga. Las autoridades proponen medidas como la apertura de expedientes médicos para 7,500 trabajadores bananeros y protección especial a mujeres embarazadas del sector.
Mientras tanto, la vida cotidiana en Bocas del Toro se ve gravemente afectada. Los residentes deben caminar largos tramos debido a los bloqueos, y el transporte público ya no cubre rutas completas. Las motos se han convertido en el nuevo medio de transporte para quienes pueden pagarlas, y los caminos improvisados por veredas y trochas sustituyen a las carreteras cerradas.
La Cámara de Comercio ha lanzado un llamado urgente al diálogo, alertando sobre un colapso económico inminente. La situación en Changuinola refleja una crisis profunda que requiere soluciones inmediatas y sostenibles para restablecer la paz y la estabilidad en la región.