El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso está de dulce y sigue estirando su condición de invicto a base de remontadas imposibles. Tras hacer historia con la conquista de su primera Bundesliga, los alemanes ya enfilan el triplete tras empatar 2-2 contra la Roma con el enésimo gol in extremis de la temporada. El Atalanta será el rival a batir en la que será la segunda final europea de su historia, mientras que en la contienda por la Copa de Alemania son claros favoritos ante el Kaiserslautern. El gol de Stanišić en el minuto 97 permite estirar la condición de invicto del modesto conjunto de Renania en todas las competiciones hasta los 49 partidos, superando la que hasta este jueves era la gran racha de imbatibilidad del fútbol moderno (desde la creación de la UEFA en 1954): los 48 partidos que el Benfica de Eusèbio permaneció imbatido a principios de los años 60.
La gesta sitúa al Leverkusen en la cúspide del selecto club de equipos “invencibles” de la historia del fútbol, y todo ello con una plantilla y un presupuesto alejados de la élite. Para encontrar su última derrota, hay que remontarse al 27 de mayo de 2023, cuando el Bochum endosó un 3-0 al vigente campeón germano en la última jornada de la pasada Bundesliga.
Cuando se habla de rachas de imbatibilidad, se debe diferenciar entre las series que computan el número de partidos consecutivos sin perder en la liga nacional, y aquellas que tengan en cuenta todas las competiciones. Además, el nivel de la liga es otro factor a tener en cuenta. Por ejemplo, si se limita el número de partidos sin perder a la competición liguera y no atiende al ránking del país, los 104 encuentros consecutivos que el Steaua de Bucarest encadenó sin perder entre 1986 y 1989 en la liga rumana son el récord absoluto, según datos de la UEFA. Si el ámbito se limita a la competición doméstica de una de las cinco grandes ligas, el Milan de Capello encadenó 58 partidos sin perder en la Serie A italiana entre 1991 y 1993, por delante de los 53 a los que llegó el Bayern de Múnich en Bundesliga entre 2012 y 2013 y los 49 del Arsenal de Arsène Wenger en Premier League enrte 2003 y 2004.
Estos equipos, eso sí, sí que cayeron derrotados en Champions o en los torneos coperos de sus países, algo que no ha ocurrido con el Bayer, que sí ha sido capaz de mantenerse fuerte en todos los torneos. Si se rebusca en la historia del fútbol, tomando el nacimiento de las competiciones UEFA en los años 50 como el origen del fútbol profesionalizado y moderno; tan solo el Benfica liderado por el legendario futbolista portugués Eusébio da Silva puede competir con este Leverkusen. Entre 1963 y 1965, el conjunto lisboeta estuvo 48 partidos sin caer entre todas las competiciones. Con su empate este jueves, el Leverkusen ha elevado esta marca hastla 49 cuando aún le restan cuatro partidos por disputar.
Por debajo, la Juventus de la 11-12 llegó hasta los 43 partidos invicto; por delante del Milan de la 92-93, con 42. Mientras, el Inter de la 04-05 llegó a 40, la misma cifra que el Real Madrid de la 16-17, la Fiorentina de la 1955-56, o el Nottingham Forest de la 77-78, en la época dorada del bicampeón de Europa inglés.
Los salvavidas de Xabi
Aunque la racha del Leverkusen es incuestionable, lo cierto es que su supervivencia en el tiempo se ha sujetado con pinzas en varios momentos. Hasta en diez ocasiones, los alemanes han empatado o marcado el gol de la victoria a partir del minuto 88 de los partidos.
El primer “milagro“ de Xabi llegó en la cuarta jornada de Bundesliga, en todo un Allianz Arena y contra el Bayern Múnich. Cuando caían por 2-1 en el marcador, los de Alonso lograron empatar el partido con un penalti en el 93. Ya en la jornada 27, la machada contra el Hoffenheim fue todavía mayor. El Leverkusen dio la vuelta a un 1-0 para imponerse por 1-2 con goles en el 88 y el 91. Después de proclamarse matemáticamente campeones de la Bundesliga en la jornada 29, el Bayer afronta el final de temporada con un único incentivo: acabar el campeonato sin derrotas. Levantar el trofeo no ha cambiado la dinámica: en la jornada 30, el Leverkusen visitaba al Borussia Dortmund. Con 1-0 en el marcador a favor de los de Westfalia, un gol de Stanišić en el 97 volvió a salvar los muebles para los de Xabi. Y en la jornada 31, ante el Stuttgart, tras ir por 0-2 en el marcador, un gol de Robert Andrich en el 96 puso las tablas y prolongó la racha.
La capacidad para vivir al borde del precipicio se hizo aún más notoria en los torneos del K.O. En la Copa alemana, eliminaron al Stuttgart en cuartos de final con un gol de Jonathan Tah en el minuto 90; pero las hazañas más sonadas han llegado en la Europa League.
En la ida de los octavos, contra el Qarabag, los alemanes caían por 2-0 y parecía que la racha estaba condenada, pero un gol de Florian Wirtz en el minuto 70, y uno de Patrik Schick en el 92, evitaron el tropiezo. Y en la vuelta, se repitió el mismo escenario. Un 0-2 a favor de los armenios volvía a hacer saltar las alarmas, pero el Leverkusen se metió en el partido con un gol en el 72, y tras un doblete de Schick en el 93 y 98 se desató la locura en el BayArena. En la ida de los cuartos contra el West Ham, más de lo mismo: con 1-0 en el marcador y la racha en peligro, Jeremie Frimpong anotó el empate en el 89 para evitar la derrota en Londres. Y cuando todo parecía perdido este jueves, con un 0-2 ante la Roma que mandaba las semifinales a la prórroga, de nuevo, Stanišić, que había ingresado en los minutos finales en una inteligente maniobra de Alonso, volvió a salvar la racha en el 97.
Triplete a la vista
El Bayer, ya con la Bundesliga en el bolsillo, vislumbra un final de temporada que podría ser aún más histórico si alcanzan el triplete. En liga, eso sí, restan dos compromisos contra el Bochum y el Augsburgo con los que podría seguir ampliando su racha de imbatibilidad.
En el camino a la gloria, le esperan la final de Europa League ante el Atalanta; y la de la Copa Alemana (DFB Pokal) contra el Kaiserlautern, equipo de relumbrón en los años 90 pero que milita en la segunda división germana en la actualidad.
Xabi Alonso, que seguirá al menos un año más en el club, ya es un héroe en la ciudad de Renania. Tras igualar el mejor récord de imbatibilidad de la historia del fútbol moderno, conquistar el triplete metería de lleno al joven técnico en el olimpo de los equipos más legendarios del deporte rey. Si lo consigue, los últimos minutos de partido contarán, seguro, con una buena dosis de su medicina favorita: la locura.
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