Los insultos racistas que recibió Vinicius en Mestalla dieron la vuelta al mundo y el caso acabó también en los juzgados. Hubo tres detenidos por increpar al delantero brasileño. Este jueves, el jugador brasileño del Real Madrid ha declarado por videoconferencia desde Madrid al Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia. Ha ratificado que sufrió insultos racistas en Mestalla el pasado 21 de mayo. También ha anunciado que su intención es reclamar judicialmente por los mismos..
Según ha podido saber este periódico, el brasileño declaró, además, este miércoles también por videoconferencia y también como perjudicado en una causa similar en el Benito Villamarín y se expresó en términos similares. Los hechos habrían sucedido el pasado 5 de marzo y hay un investigado en la causa.
Manuel Izquierdo, uno de los abogados de los encausados, ha confirmado que Vinicius ha hecho extensible la acusación a toda la grada. “En un momento dado ha dicho que recibió insultos de todo Mestalla, que no se limitó solo a la grada joven y que recibió insultos de las mismas característica del resto de la grada de Mestalla”, ha apuntado el letrado. Esa fue la teoría que defendió Ancelotti en la sala de prensa tras el choque, aunque rectificó dos días después, ante las imágenes que mostraban que Mestalla le había despedido despectivamente al grito de “tonto, tonto” pero no de ‘mono, mono’.
Fuentes conocedoras de la declaración han señalado que La Liga, que fue la impulsora de la judicialización del caso, sí que ha querido acotar los hechos a los acusados, que fueron expulsados de por vida de Mestalla por parte del Valencia. De hecho, la patronal ha presentado un informe pericial de la lectura de los labios de los investigados con la intención de rebatir su declaración en la que admitieron los gestos pero negaron cualquier motivación racista en su comportamiento.
En cualquier caso, tanto este jueves como el miércoles, el jugador ha agradecido la labor de la patronal de clubes en su defensa y en la lucha contra el racismo. Preguntado Vinicius por sus propios gestos en los que enviaba al Valencia a Segunda antes de recibir esos insultos, el jugador los ha admitido y los ha vinculado a su carácter. “Ha reconocido que él se siente mejor jugador cuando la gente le pita y ha reconocido de una manera bastante implícita que ese día él provocó a la grada de Mestalla”, ha señalado el abogado Manuel Izquierdo.
Militao, en noviembre
Además, este jueves se confirmó que Éder Militao, compañero de Vinicius, también ha sido citado a declarar en noviembre como perjudicado por esos insultos tras el estudio de las cámaras del estadio que claramente le sitúan como una de las víctimas, según fuentes conocedoras del caso. “Nuestra impresión es que la liga pretende universalizar un problema muy serio cómo es el racismo en el campo de Mestalla y que quiere traer al máximo número de jugadores de color a este proceso”, ha afeado el letrado
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.